lunes, 4 de noviembre de 2019

Hasta de muerto marcó goles el mágico Alberto Spencer


EL 24 de junio de 1959 fue inaugurado El Estadio Modelo de Guayaquil. Setenta y cinco mil personas ovacionaron a Alberto Spencer, Cabeza mágica, cuando anotó al arquero Walter Taibo el primer gol de la historia de ese escenario, ya que reforzó al Barcelona, que empató a dos tantos con Huracán de Buenos Aires (Emelec y Peñarol, de Uruguay, completaron el cuadrangular amistoso). Dos días después, marcó Spencer un tanto de antología con doble sombrero, es decir pase de la bola por encima del defensa William Martínez y del arquero Bernardico, de Peñarol.

Pelé y Spencer


Pertenecía al Everest cuando fue contratado por el Peñarol de Uruguay y terminó su carrera deportiva en Barcelona de Guayaquil. Es aún el máximo goleador de la Copa Libertadores de América con 54 tantos, pues su récord no ha sido superado. Marcó aproximadamente 600 goles, considerando los equipos en los que jugó oficialmente o reforzó.

El 6 de noviembre del 2006 en el Estadio Modelo, 47 años de transcurrida la inauguración, luego de haber velado al cadáver de Spencer en el Coliseo Voltaire Paladines Polo, los aficionados llevamos el féretro (en contra de la voluntad de la familia) para que diera la vuelta olímpica en aquella cancha que lo lanzó a la fama mundial; gol, gol… gritábamos al pasar por los arcos; entonces reconocieron, cuánto queríamos a nuestro máximo goleador.

Es una tradición ecuatoriana pasear a los difuntos por los lugares donde más transitó.

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