miércoles, 11 de diciembre de 2019

El hombre rata



El cuentero de Muisne, Dante Reyes, se inspiraba en El hombre rata para cavar túneles y escapar de las cárceles; los dos llegaron a ser los cacos más famosos por el ingenio para delinquir.

Enrique Lituma, El hombre rata, se puso de acuerdo con dos compañeros de fechorías para excavar un túnel de cinco cuadras de longitud y robar en la joyería Luxor, de Guayaquil.

El trabajo era difícil, pero no imposible para estos tres delincuentes; cavaron día y noche en medio del fango, ratas, cucarachas… Lituma con cincel y combo se encomendaba a Dios, como creyente, para que no lo sepultara la tierra.

Dos meses después llegaron al establecimiento para robar joyas valoradas en 400 000 sucres en la década del año setenta. El jefe Lituma confesó que el dinero mal conseguido les duró poco:

“Mis amigos, siendo experimentados, procedieron como novatos, ya que se apresuraron a vender las joyas. Despertaron sospechas y una vez apresados confesaron todo; nos impusieron una condena de 12 años en la Penitenciaría de Litoral”.

Los diarios destacaron la astucia de Lituma y lo bautizaron como El hombre rata; en cuanto a este alias declaró:

“Me siento un hombre normal y lo de la rata no me importa. Cuando me apodaron así, la gente iba a conocerme pensando en que tal vez yo tenía rabo o algo de rata”.


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