lunes, 13 de abril de 2020

La Azucena de Quito



Mariana de Jesús Paredes y Flores (1618-1645) fue la primera ecuatoriana en ser canonizada por la Iglesia Católica. Cuando tenía diez años de edad tomó los votos de pobreza, castidad y obediencia. Llevó posteriormente una vida de ayuno y austeridad.

Mariana de Jesús fue reconocida por curar a los enfermos y devolver la vida al menos a una persona. El terremoto de Quito de 1645 devastó a la ciudad, seguido de una epidemia. En medio de la catástrofe, Mariana ofreció su vida a Dios a cambio de los demás y murió tres días después; la leyenda cuenta que una Azucena brotó de su sangre y por esta razón es recordada como “La Azucena de Quito”.

Es el símbolo religioso de la ciudad de Quito venerada en la hermosa iglesia de La Compañía, donde también se encuentra la Dolorosa del Colegio.
Los otros santos del Ecuador son El hermano Miguel y Narcisa de Jesús Martillo Morán, quien inspirada en la vida de Mariana de Jesús, se dedicó a catequizar a los niños.



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