Los estudiantes de los colegios nocturnos guayaquileños de
los años sesentas salíamos de clases a las 23h00 cansados (trabajabámos de día)
y con hambre; caminábamos, pues los buses y colectivos iban repletos y no
podíamos tomarlos.
Paquetazo alimenticio |
Con mis compañeros del colegio particular Veinte de Abril,
de los padres jesuitas, pasábamos por 10 de Agosto y Lorenzo de Garaycoa,
esquina del mercado Central, al frente quedaba el resaturante El chamaquito,
donde comprábamos el famoso “paquetazo”, una porción de arroz con jugo de seco
de gallina o chivo o de guatita envuelto en un papel de despacho, sin cuchara,
por un sucre para merendar parados.
Nos encontrábamos con vendedores ambulantes, noctámbulos,
alumnos de los colegios César Borja Lavayen y Andrés Mateus; también el quiosco
El colorado (así apodaban al propietario) en la esquina de las calles Quito y
Ayacucho vendía “paquetazos”.
Siempre en grupos nos defendíamos de los malhechores que
pretendían robarnos hasta los libros. No nos dejamos vencer por las
circunstancias; así venciendo muchas dificultades nos graduamos de bachilleres
para luego alcanzar el título universitario.
Como extraño, sus clases Lcdo.
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