Calle 9 de Octubre |
A los guayaquileños nos dicen
monos porque aseguran que todo imitamos, como aquellos animalitos simpáticos,
traviesos y saltarines. En Perú, a todo ecuatoriano lo conocen con el
calificativo de mono. A la calle 9 de
Octubre la llamaban irónicamente “la cuerda de los monos” en 1940, porque los
propietarios de autos salían a pasear en las tardes, subiendo y bajando
constantemente por dicha calle.
Después de los grandes bailes,
que en Guayaquil duraban generalmente hasta el amanecer, era costumbre tomar desayuno
en las carretillas de los muelles a la orilla del río Guayas con los montuvios
que viajaban a las haciendas cercanas en los frágiles barcos.
Pues bien, el hambre hacía juntar
a los señoritos, señoritas y a los montuvios. ¡Ahí no importaban las clases
sociales!... Lo bueno era disfrutar de los deliciosos sánduches “aplanchados”
con queso y mantequilla, que se tostaban en dos pequeñas planchas de hierro de
confección artesanal; el chocolate calientito; los secos de chivo; el aguado,
el caldo y el seco de gallina. Lamentablemente el alcalde de Guayaquil, Asaad
Bucaram Elmalhin, al asumir el cargo por primera vez en 1962 terminó con el
tradicional servicio de estas carretillas.
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