viernes, 31 de enero de 2020

Pepe Gómez, “un cura de izquierda”



Eran los tiempos del papa Juan XXIII y el Concilio Vaticano II en que hubo una verdadera revolución en la Iglesia Católica.

Para Pepe Gómez, la Teología de la liberación era una reflexión de fe iluminada por el Evangelio a partir de una realidad concreta: la pobreza. En su parroquia, Cristo liberador, rescató la religiosidad popular de “ciertas perversiones” a las que estaban acostumbrados los fieles, como la de sobar al santo y forrarlo de billetes para que hicieran milagros. El clero conservador lo cuestionó por celebrar la misa de frente a los feligreses, en castellano y no en latín, con acompañamiento de guitarras.

Manifestaba cosas que no siempre gustaban a todos. Sobre el control de la natalidad opinaba que era la pareja la que debía decidir cuántos hijos tener, de acuerdo con un asesoramiento; y si la Iglesia no garantizaba los métodos que recomendaba, tampoco podía condenar bajo pecado los métodos usados por los cónyuges. Estaba de acuerdo con la abolición del celibato obligatorio, porque la mujer humaniza al hombre.

En agosto de 1976 fue arrestado junto a monseñor Proaño, obispo de los indios, Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la paz, obispos de diferentes países en Santa Cruz, lugar de reuniones de la diócesis de Riobamba. La policía militar los arrestó a todos ellos para llevarlos a Quito, aunque no conspiraban, sino que intercambiaban experiencias para formular proyectos de interés para la sociedad; pero por el gran revuelo nacional e internacional tuvieron que liberarlos al día siguiente.

Pepe Gómez no buscaba a Dios en las nubes, sino en el prójimo, es decir en los pobres. Sostenía que lo de “Cura de izquierda” era relativo porque él estaba más o menos a la izquierda de alguien, pero demasiado a la derecha de Dios.

miércoles, 29 de enero de 2020

El hombre que fabricaba lluvias



En 1979 los algodoneros de Pedro Carbo le solicitaron al astrónomo – meteorólogo, Eloy Ortega Soto, que hiciera llover artificialmente para salvar las cosechas; preparó la fórmula de yoduro de plata que había perfeccionado para que salieran las nubes y luego las bombardeó… pasaron tres horas y media sin resultados, los campesinos se impacientaron; unos se burlaban, pero todos enmudecieron ante la presencia copiosa de la lluvia acompañada de rayos, truenos y relámpagos… ¡Viva Ortega! Gritaban emocionados.

Salvó las cosechas de banano en la provincia de El Oro; en Santa Elena también lo solicitaron “al hombre que fabricaba lluvias” o “al hombre que hacía llover”.

Para los campesinos redacto el Almanaque Ortega, durante 25 años de manera ininterrumpida, que contenía las predicciones del tiempo, eclipses del sol y la luna, los días apropiados para la pesca, las mareas altas y bajas, entre algunos artículos que se relacionaba con la astronomía y la meteorología.



lunes, 27 de enero de 2020

Al cantante Cuco Sánchez se le apareció el cuco en Guayaquil



El cantante y compositor mexicano, Cuco Sánchez, ejecutaba en 1962 la melodía: “Con el fulgor de una estrella iluminaron tu cara, por eso tú eres tan bella, tan adorable como una reina” … junto a la ventana de una adolescente guayaquileña que habitaba cerca del estadio Capwell.
La chiquilla se asomó y le sonreía, iba a entregarle una carta en la que le decía Cuco que lo amaba y que se la llevara a México, pero el indignado padre interrumpió la serenata para golpear ferozmente con puñetes y puntapiés al cantante; se le apareció el cuco a Cuco, autor y compositor de famosas canciones como El mil amores y Grítenme piedras del campo…tuvo que poner los pies en polvorosa para que, por mil amores, no le alcanzarán las piedras que también le lanzaron.
Ni por oro ni por plata aceptó contratos. Nunca más el famoso Cuco Sánchez visitó Guayaquil,

viernes, 24 de enero de 2020

Consuelo Velásquez escribió el bolero Bésame mucho, antes de ser besada


Consuelo Velásquez y Los Beatles

“Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez.
Bésame, bésame mucho, que tengo miedo de verte y perderte después (bis).
Quiero tenerte muy cerca, mirarme en tus ojos, estar junto a ti.
Piensa que tal vez mañana yo ya estaré lejos, muy lejos de ti.
“Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez.
Bésame, bésame mucho, que tengo miedo de verte y perderte después.

Paradoja del amor la genial compositora mexicana Consuelo Velásquez era una adolecente y todavía no daba un beso, todo era producto de la imaginación, cuando compuso el famoso bolero Bésame mucho.

La melodía ha sido una de las más interpretadas, traducida a más de 20 idiomas; cantada por el tenor Plácido Domingo, Frank Sinatra, Elvis Presley, Los Beatles…

miércoles, 22 de enero de 2020

“Bienvenido al mundo del sida”



Anthony era un joven muy enamorador, galán de moda, se jactaba de ser un gran conquistador de mujeres: jóvenes o maduras. Concurría a las fiestas, restaurantes de lujo, discotecas, cines con el propósito de “levantarse una hembra”, como el solía decir.

Cierto día decidió ir a cenar al restaurante de un hotel, donde encontró a una joven que también cenaba sola; intercambiaron miradas y se acercaron para conversar y beber.

Tragos van y tragos vienen, Anthony convenció a la joven desconocida, para tener relaciones sexuales; se quedó dormido hasta el otro día y cuando buscó a la pareja solo encontró la leyenda: “bienvenido al mundo del sida”, escrita con lápiz de labio en el espejo de la habitación… ¡Qué chuchaqui mortal!

Vale decir que murió por confiado, por no usar preservativo; como acostumbran muchos ecuatorianos que han corrido la misma suerte.

lunes, 20 de enero de 2020

Sobrenombres históricos

Vito Muñoz

En nuestro país tenemos mucha disposición para aplicar sobrenombres a las personas, los personajes históricos y los famosos no se han librado de ellos. He aquí algunos; Pedro Moncayo fue llamado  el Viejo Chihuahua; Antonio Borrero, el Catón cuencano o el Hombre de la ley; Ignacio de Veintimilla; el Mudo o Ignacio de la cuchilla; García Moreno, el Santo del patíbulo; Leonidas Plaza Gutiérrez, el Barbón o Placita; Manuel J. Calle, el Tuerto; José María Velasco Ibarra, el loco o el gran ausente o El profeta; Pedro J. Montero, el Tigre de Bulu Bulu; Abadalá Bucaram, el Loco o el Loco que ama; Marieta Veintimilla, la Generalita; Alfredo Baquerizo Moreno, Pico de Oro; Assad Bucaram, el Chueco; Andrés F. Córdova, Lluro;  Ernesto Albán, Omoto; Ruperto Alarcón Falconí, Rupango.

En nuestro tiempo, el periodista deportivo Vito Muñoz Ugarte manifiesta que Omar Quintana le puso Cazador de la noticia; luego en el mundo del entretenimiento, lo denominaron el Muñeco de la ciudad; a raíz del último mundial Brasil 2014 lo apodaron el Señor de los mundiales; dice que no le incomoda que lo llamen como quieran,  por ejemplo, Cara de piña, porque los sobrenombres que lo elogian o critican ni lo suben ni lo bajan; en cambio, al ex hombre fuerte de Panamá no le gustaba este sobrenombre, por tanto, expidió un acuerdo prohibiendo los apodos en ese país. El expresidente ecuatoriano Rafael Correa llamó Enano al asambleísta Kléver Jiménez; Cadáver insepulto, al expresidente Osvaldo Hurtado; Sicarios de tinta, a los periodistas.


viernes, 17 de enero de 2020

El bolero “Nosotros”, carta de despedida para una novia



“Atiéndeme, quiero decirte algo; que quizás no esperes, doloroso tal vez.
Escúchame, que, aunque me duela el alma, yo necesito hablarte, y así lo haré.
Nosotros, que fuimos tan sinceros, que desde que nos vimos, amándonos estamos.

Nosotros, que del amor hicimos un sol maravilloso, romance tan divino.

Nosotros, que nos queremos tanto, debemos separarnos, no me preguntes más.

No es falta de cariño, te quiero con el alma, te juro que te adoro, y en nombre de ese amor y por tu bien te digo adiós”.

Pedro Junco Jr.


Este bolero es una vivencia del compositor cubano Pedro Junco Jr. para su novia; pero la vida del músico dedicada a la bohemia, le trajo la fatalidad de contraer tuberculosis y morir a los 23 años de edad… La canción fue una carta de despedida.

“La música es alimento del amor”. Decía Shakespeare; pero también, a menudo, el amor alimenta la inspiración musical. Más de una vez un tierno sentimiento, como el de Pedro Junco Jr., ha inspirado a un creador a componer melodías inolvidables como “Nosotros”.

miércoles, 15 de enero de 2020

Elogio a la belleza guayaquileña




En 1802 nos visitó el académico alemán Alexander von Humboldt y colmó de elogios a nuestras guayaquileñas, pues, las llamó “georgianas de América” y añadió que nuestras mujeres eran notables no solamente por su belleza, sino también por la regularidad de sus facciones. Según él, tenían la fisonomía agradable, expresión noble, andaban y bailaban con gracia, su conversación era viva y espiritual y la sociedad de las damas le pareció preferible a la de las mujeres de todas las demás ciudades de América que había visitado.

La bellísima actriz mexicana, María Félix, vino a Guayaquil en 1955 para actuar con su compatriota Andrés Soler en el cine Presidente, que se había inaugurado el 24 de mayo de ese año, el primero del país con aire acondicionado, capacidad para 1.800 personas y pantalla gigante. 

María Félix

La “María bonita”, inmortalizada por el músico poeta Agustín Lara con la canción que lleva ese nombre, se hospedó en el lujoso hotel Humboldt, que estaba situado en el malecón Simón Bolívar y avenida Olmedo, donde hoy queda la Bahía. Cuando salió a pasear se impresionó tanto de nuestras mujeres que exclamó: “Las hermosas chicas guayaquileñas podrían ser grandes artistas de cine”.


lunes, 13 de enero de 2020

Los colores discriminatorios del Guayaquil de antaño


Recuerdo que en los años sesentas los guayaquileños eran muy cautelosos en seleccionar los colores de sus vestimentas porque resultaban duramente criticados por la ciudadanía, por ejemplo, los varones que usaban camisas de color rojo, pantalones blancos, medias rojas y zapatos blancos eran tildados de marihuaneros, homosexuales o maridos de las prostitutas; las mujeres y los médicos no fueron tachados por usar zapatos blancos.

El intendente Luis Rigaíl Roca perseguía tenazmente a los marihuaneros; se disfrazaba con la ropa y zapatos ya citados para hacerse pasar por comprador y consumidor de esa droga para encarcelarlos por expendedores.

El popular radiodifusor Pablo Hanníbal Vela Rendón, su hijo Pablo Vela Córdova y el presentador de espectáculos Giampiero Galeoti Di Puglia desafiaron valientemente los discrímenes de la vestimenta porque se consideraban hombres libres y muy machos para utilizar aquellos colores.

En contraste, la guayabera fue sinónimo de seriedad, elegancia y comodidad por el calor del trópico, a partir de 1940; sustituyó al saco que era parte del terno. Juan José Vilaseca Valls, alcalde de Guayaquil 1972-73, fue el primero en usar guayaberas blancas en vez de ternos en el Municipio; fue motejado como ¨el alcalde de las guayaberas¨; después se usaron de color crema y ahora variadísimos colores y estilos... ¡Oh, tiempos!…  ¡Oh, colores!     

Pablo Vela Córdova, El Rey de la Cantera

viernes, 10 de enero de 2020

Los “rubirosas” guayaquileños piropeaban a las damas



Antaño se enamoraba a las damas con piropos como “su belleza ilumina la mañana”, “luce como una reina”… y las seguían para entablar amistad; a estos caballeros de fina presencia y persistentes los llamaban “rubirosas” en alusión al dominicano Porfirio Rubirosa (1909-1965), hombre de clase media que luego de casarse con la hija del dictador Trujillo se convirtió en diplomático y cuando se divorció entró en la jet set. 

A este   gran seductor lo adoraban las mujeres porque las trataba como a reinas. Así cayeron las actrices Danielle Darriux, Zsa Zsa Gabor, Jayne Manfield.
Los “rubirosas” guayaquileños acudían a los bailes, exposiciones de arte, conferencias, espectáculos artísticos para mediante galanterías, dulzura, elegancias tratar de conquistar a mujeres distinguidas. Jamás se vanagloriaron de sus conquistas porque decían que “los caballeros no tienen memoria”. 

Son recuerdos de tiempos idos, pues ahora no se piropea ni se enamora a lo Rubirosa, pues todo es más rápido; aunque ciertas damas añoran aquellos tiempos de serenatas al pie del balcón, ramos de flores, regalos, dulzura.

Zsa Zsa Gabor y Porfirio Rubirosa


miércoles, 8 de enero de 2020

El pecado de la imprudencia guayaquileña



Uno de los pecados capitales de los guayaquileños es ser imprudentes; si vestimos una camisa amarilla nos tildan de barcelonistas; si azul, de emelecistas; si verde, de pertenecer a Alianza País… estos colores se han convertido en discriminatorios, hasta podemos ser golpeados por usarlos inocentemente. Cuando alguien está delgado, por enfermedad o dieta, aseguran que es por el sida; si engorda por culpa del tiroidismo o colon irritable, se horrorizan. Si los de la tercera edad deciden oscurecerse el cabello y bigotes, preguntan burlonamente: ¿A qué se debe el milagro? Cuando usamos sombreros de paja toquilla para cubrirnos de las quemaduras del sol, nos dicen que parecemos turistas.

A quien por méritos consigue un trabajo bien remunerado lo califican de “palanqueado”; si tiene una novia o esposa bonita, de “suertudo”; cuando contamos que vamos a emprender un negocio, se convierten en aves de mal agüero; a los que lucen bien vestidos y portan alhajas, les lanzan la imputación:
“Está robando”; quienes recurren a cirugías plásticas faciales “quedan estirados” o “parecen momias”. 

Como se ve, ciertas personas caen como insensatos en excesos; es necesaria la virtud de la prudencia para armonizar libertad y responsabilidad.


lunes, 6 de enero de 2020

Rosalía Arteaga: primera presidenta del Ecuador y primera en durar dos días en el poder



En septiembre de 1996, Rosalía Arteaga, vicepresidenta de la República, se enfrentó con el diputado Jacobo Bucaram y después con su hermano presidente Abdalá. Comenzó la ruptura. La luna de miel se volvió hiel entre la bella (Rosalía) y el duro (Abdalá) muy pronto.  Jacobo sostuvo: “La vicepresidenta no existe”. En el texto de la Constitución no existía legalmente la sustitución del presidente. Abdalá no encargó el poder a Rosalía durante los viajes al exterior como presidente.

El 5 de febrero de 1977 comenzó el final de la pesadilla de Abdalá, pues enfrentó la huelga nacional en rechazo a la política económica. Mujeres peluconas, estudiantes, desempleados, policías vestidos de civil, políticos…  30.000, no eran 500 pendejos, como dijo Miguel Salem, secretario general de la administración.

Rosalía se pronunció como “la única opción constitucional”. El jueves 6 de febrero a las 22hOO el Parlamento destituyó a Abdalá. El domingo 8 a las 04hOOle encargaron temporalmente el poder a la vicepresidenta. Quiso quedarse definitivamente. León Febres Cordero, alcalde de Guayaquil, rugió: “Hay que sacarla de la oreja”. Después de dos días, el 11 a las 21h15, el designado fue Fabián Alarcón, entonces presidente del Congreso. Alas 24hOO llegó al palacio de gobierno. El pueblo lo ovacionó desde la Plaza de la independencia.

Antes, en Durán, en la ciudadela El recreo, done se construyó la urbanización Un solo toque, el depuesto presidente volvió a la tarima para pronuncias un fervoroso discurso:” Dicen que no les gusta como canto, ya no canto; no quieren que toque la guitarra, ya no toco la guitarra; dicen que debo usar terno, me pongo terno; que no coma guatita…” Pero la suerte estaba echada. Terminó el poder en la guatita. Se fue llorando, llorando… No cantando, cantando… como acostumbraba.

sábado, 4 de enero de 2020

Amantes de la libertad, pero esclavistas



Adalides de la libertad ecuatoriana, en honor a la verdad histórica, tuvieron que ver con el esclavismo, por los tiempos en que vivieron y por sus circunstancias personales.


Nuestro gran poeta prócer, José Joaquín de Olmedo, quien elogió y defendió a la raza indígena, pidió la abolición de las mitas y de toda servidumbre personal; le escribió, entre otras cosas, a su cuñado Francisco Icaza de Silva, el 25 de marzo de 1842: “También piense Ud. en que a pesar de la experiencia que tengo, de que todo negocio con el gran compañero me sale mal, no me he podido excusar de entrar en uno sobre una partida de esclavo que debe venir de Barbacoas”. (Luis Noboa Icaza. Estudio sobre Olmedo. Página 102. Junta Cívica de Guayaquil 1973).

La heroína quiteña Manuela Sáenz tuvo dos esclavas afrodescendientes: Jotanás y Natán. Claro está que terminaron por ser compañeras de vida y desafíos.



El exmandatario José María Urvina abolió en 1851 la esclavitud en el Ecuador, eliminó las “protecturías” de indígenas (forma disfrazadas de esclavitud); prohibió el cobro anticipado de los impuestos a los indios y llegó a dar la posesión del agua a comunidades campesinas de la Sierra, que disputaban con terratenientes del sector. Sin embargo, la institución esclavista del huasipungo supervivió a todas las transformaciones políticas, incluida la Revolución Liberal, hasta que la Junta Militar de Gobierno (1963-1966) terminó con él.

miércoles, 1 de enero de 2020

Autorretrato de Carlos Julio Arosemena Monroy

Carlos Julio Arosemena Monroy


Con las propias declaraciones sobre su persona, redactamos su autorretrato: “No soy candidato a los altares, sino un pecador impenitente, heredero de mis pasiones, no creo en el otro mundo. Tengo vicios masculinos. Respecto a mi bebida, yo he dicho que he bebido menos que el doctor Camilo Ponce Enríquez y que Galo Plaza, entre otras razones porque soy menor que ellos. El único vicio honesto que tengo es la lectura. No recuerdo un acto generoso en mi vida. Si alguien me golpeara en una mejilla le rompería la cara. No me importa el juicio de la historia, pues esta ciencia no existe porque es pura falsificación. El día que me vaya al infierno le diré a Satanás: aquí viene Carlos Julio Arosemena con sus ideales y sus vicios. No me defiendo de nadie, ni necesito defenderme de nada, ni me importa la opinión que la gente tenga de mí. En un año y pico de gobierno hice muchas cosas buenas y unas tantas malas”.

Carlos Julio Arosemena Monroy con John F Kennedy


Carlos Julio Arosemena Monroy era un político de punzante ironía y grandes conocimientos, lector apasionado, “hombre de carne y hueso” como decía Miguel de Unamuno.

“El chivo expiatorio”

  Decenas de veces he oído la expresión “El chivo expiatorio”, pero confieso que no me había percatado de cuál es su origen; pues bien, la...